‘La soberanía y la idea de Estado en México, herencia de Juárez’: Pedro Salmerón
marzo 23, 2019
Aristeguinoticias.com
Redacción AN / HG
marzo 21, 2019 10:49 am
El historiador publica el libro ‘Juárez, la rebelión interminable’.
A pesar de que Benito Juárez está dentro de la primera línea del Olimpo de próceres mexicanos, su imagen no ha escapado de cuestionamientos ni detractores. Con la finalidad de poner los puntos sobre las íes, Pedro Salmerón (Coatzacoalcos, 1971) reedita Juárez, la rebelión interminable (Crítica), volumen donde estudia la trayectoria del político mexicano. “El libro nació a partir de un programa que realizamos en 2006 a propósito del bicentenario de su nacimiento. En su momento, Javier Garciadiego y yo, notamos que mientras que los priistas lo convirtieron en un personaje remoto y ajeno a la realidad y al presente de México, el gobierno panista intentaba disminuir la importancia de su legado e incluso algunos pseudohistoriadores quisieron presentarlo como traidor a la patria”, explica en entrevista.
El historiador dedica su análisis a los aspectos más relevantes del personaje, pero siempre privilegiando el contexto por encima del dato monográfico. “Me preocupé por buscar un Juárez que pudiera hablarnos. Un hombre con debilidades y defectos. Analizamos sus errores e intentamos entenderlos, pero a la vez buscamos aquilatar cómo su generación construyó la verdadera independencia y soberanía nacional”.
Aciertos y errores
Para Salmerón el tema de reelección de Benito Juárez no representa un asunto mayor. “No tengo tanto problema con que quisiera extender su mandato porque lo cierto es que todavía no se tenía idea del significado de las reelecciones. Es el primer gobierno mexicano que tiene posibilidad de construir algo y esto se da a partir 1867. Antes es el jefe de un país en guerra. Su reelección en 1871 es apenas la primera de un Jefe de Estado. Lo otro es una exageración. Es verdad que llega a la presidencia en 1858, pero entonces encabezaba un país en guerra. Me parece que ese asunto se ha exagerado enormemente”.
El actual titular del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México prefiere cuestionar la firma del Tratado McLane-Ocampo que cedía a perpetuidad el derecho de tránsito por el istmo de Tehuantepec a la Unión Americana a cambio de cuatro millones de dólares. “Sin duda fue un error, pero la realidad es un tratado que nunca tuvo vigencia. Juárez y su grupo se equivocaron al apelar a mecanismos como la astucia para desactivar amenazas, esto lo han explicado muy bien Patricia Galeana y Fernando Iglesias Calderón”.
No obstante, a decir de Salmerón la soberanía y la idea de Estado son resultado del gobierno de juarista. “Antes México es juguete de las potencias. Antes del fusilamiento de Maximiliano nos invaden y amenazan ingleses, franceses, estadounidenses y españoles. Durante ese periodo perdemos la mitad del territorio nacional y tenemos un Estado que no puede cuajar. Hay intenciones de ocupar el istmo de Tehuantepec, intervenciones y amenazas para separar la península de Yucatán. A partir de Juárez y de la guerra contra la invasión francesa de 1862 a 1867, nunca se volvió a poner en tela de juicio la integridad de México ni la soberanía nacional”.
El historiador señala que es necesario discutir a los personajes históricos y retomar sus enseñanzas. “Si un gobierno usa la bandera de la soberanía y del Estado como lo entendía Juárez me parece correctísimo”.
Concluye que revisar la trayectoria de Benito Juárez da pie para reflexionar sobre el México de hoy. “A partir de su política podemos rediscutir la democracia y la relación con las comunidades indígenas. La práctica del liberalismo o la ruta de juarista hacia las comunidades indígenas es algo que no debemos seguir, por ejemplo, ahí tenemos otra de sus fallas. Pero en términos de su concepción de la democracia es preciso destacar que la instauraron en un momento de vacío político. Es necesario entender esto porque ahora en México estamos discutiendo el tipo de democracia que queremos. El proyecto del nuevo gobierno apela a la democracia participativa. Se busca que los ciudadanos sean tomados en cuenta para las decisiones clave como ocurre en muchos países europeos, eso implica una ciudadanía más politizada y hablar de Juárez nos ayudará a esto”.