Juárez es el que consolidó al Estado mexicano, dice la historiadora Patricia Galeana

septiembre 26, 2022

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La doctora Patricia Galeana habló con SinEmbargo sobre Benito Juárez. El hombre y el símbolo, una biografía del Presidente mexicano en la que lector conocerá su lado más íntimo y el contexto histórico, nacional e internacional en el que se formó el estadista y el símbolo que todos conocemos.

Ciudad de México, 25 de septiembre (SinEmbargo).– El momento definitorio del país fue el periodo de la Reforma, la intervención francesa y el Segundo Imperio, en el cual emergió en medio del caos la figura de Benito Juárez García, quien fue el que consolidó el Estado mexicano, expuso la historiadora Patricia Galeana, autora de la más reciente biografía sobre del Presidente mexicano: Benito Juárez. El hombre y el símbolo (Crítica).

“Es Juárez el que tiene una visión de hombre de Estado, de estadista, de consolidar instituciones que lo trascienden, porque la diferencia entre un estadista y un político, es que el político nada más ve la coyuntura, y tener el poder para servirse de él, pero el estadista es el que, independientemente de que tiene el poder, pero tiene el poder para dejar diferentes instituciones más allá de su propia vida, que esto es lo importante, y sí, Juárez es el que consolida al Estado mexicano”, comentó en entrevista la doctora por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La doctora Galeana explicó que ella tiene varias biografías publicadas sobre Juárez, la primera, publicada en España, Benito Juárez: El Indio Zapoteca que reformó México, la cual expone cómo en una sociedad racista un personaje como Juárez llegó a la Presidencia. “Allá en España les llamó mucho la atención cómo era posible que un indio hubiera llegado a la presidencia a mediados del Siglo XIX, ese fue el enfoque que le di a mi primer trabajo sobre él”.

Compartió que también tiene muchos artículos en los que explora diferentes aspectos de su vida, después hizo una historia de México para su centenario de este periodo, explicando cómo se inserta Juárez en la historia de México, y ahora trae esta nueva y diferente visión del mismo personaje a los 150 años de su partida.

“Me pareció importante que el público se acercara al hombre, porque se convirtió en un símbolo, en un símbolo que es utilizado hasta la política actual, en el Gobierno actual, y a veces se queda con una imagen diferente a lo que realmente fue la persona, entonces los historiadores nos ponemos a escudriñar en sus archivos personales, esto que estaría prohibido para un periodista el día de hoy, ver sus documentos, sus proclamas, sus discursos, sus manifiestos, pero lo que es muy importante es cruzar información entre lo que decía públicamente y lo que escribía a su esposa, a sus amigos, a las personas que les tenía confianza política y descubrir al hombre de carne y hueso”, precisó la doctora Galeana sobre la construcción de este trabajo.

En Benito Juárez. El hombre y el símbolo el lector conoce la vida del Presidente mexicano a través de un recorrido histórico por el siglo XIX, un siglo marcado por Juárez, pero también por otro hombre como el General Antonio López de Santa Anna, un personaje totalmente opuesto al Benemérito de las Américas.

“Son dos personajes muy distintos, ciertamente, opuestos, Santa Anna es un resultado de su época, porque hay que recordar que si bien acabamos de conmemorar el bicentenario de la Independencia de México, esta independencia fue nada más el fin de la guerra, pero en realidad España no la reconoció sino hasta 15 años después, entonces esos años siguió la amenaza de la reconquista, y ante eso, el Ejército cobró una gran importancia, porque era indispensable fortalecerlo, y es así como surge el caudillo, a quien le gustaba tener el poder pero no gobernar, no gobernaba, nada más él tenía el poder y él decía en cada momento quién consideraba que debería de gobernar, gobernó con liberales, conservadores, con federalistas, con centralistas, y finalmente con monarquistas, hasta que él mismo, inclusive, fue proclamado Antonio I”, abundó la doctora Galeana.

Detalló que al propio Juárez le “tocó sufrir en carne propia las veleidades y las arbitrariedades de este caudillo militar”, y esto le hizo ser un defensor —siendo el primer abogado de Oaxaca— del Derecho. “Desde luego había que hacer que el militarismo acabara, que se respetara al Gobierno civil y a las leyes, y esa fue la lucha de Juárez, y por eso se vuelve un revolucionario, Santa Anna lo manda a San Juan de Ulúa y al exilio, y allá se organizan los exiliados para derrocarlo y para acabar con la era santanista”.

La historiadora Patricia Galeana que lo más admirable de Juárez fue haber gobernado en medio del caos, incluso haciéndolo desde un carro que recorrió el país, un atributo que ella explica a partir de la cultura Zapoteca, en la cual existe la idea de que hay personas que nacen para mandar y quienes nacen para obedecer, “y quienes nacen para ser autoridades en los pueblos originarios, son personas que deben asumir su responsabilidad con gran seriedad”.

“Por eso vemos que él, inclusive, se viste de negro, porque está consciente de que representa a la autoridad, y quiere que se respete a la autoridad, cosa que con todos esos ires y venires, todos se levantaba en armas en contra de todo mundo, también se levantaron en armas en contra de él, pero esta fortaleza, yo creo que sí tiene mucho que ver con su cultura Zapoteca, esa fortaleza de resistir los embates, porque no creían que fuera capaz de gobernar, inclusive hubo una comisión de diputados que tanto en 61, en 61 le fueron a pedir, al fin de la Guerra Civil, que renunciara porque lo consideraban incapaza de pacificar al país, de ese tamaño”, relató.

Pero ese no es el único lado que se expone del Presidente Juárez, el trabajo de la doctora galeana también rescata un aspecto no tan conocido, el del esposo y padre, una imagen muy distinta a la que nos han legado los artistas que lo han representado.

“Se le consideraba el Juárez impasible, como si fuera un hombre, prácticamente, insensible, y era todo lo contrario, le gustaba el baile, cosa que nadie puede imaginar a Juárez bailando, pues le gustaba el baile, y algo que es muy bonito, y ya casi somos especies en extinción, las parejas que tenemos más de medio siglo con la misma pareja, eso ya como que pasó de moda, ya no se usa, ahora en las nuevas generaciones, pero déjenme decirles que lo que es admirable, es el cariño y el entendimiento que tiene con su esposa, las cartas son verdaderamente conmovedoras, era muy buen padre y esposo, y su esposa, Margarita, lo quería mucho también, son cartas de una pareja entrañable, muy bien avenida, doña Margarita, inclusive, lo regañaba, le decía ‘es que tú eres un confiado, porque crees que toda la gente es buena como tú, y que no te van a hacer daño y te equivocas, porque fulanito de tal te va a traicionar’, y doña Margarita tenía como un sexto sentido, del que presumimos las mujeres, que sí se daba cuenta de quienes lo iban a traicionar, acababan traicionándolo, pero yo estoy segura de que Juárez no discutía con ella en su correspondencia, pero él entendía que eran un momento tan difícil para el país, que para que no sucumbiera tenía que tratar de unir a todos, incluso, los que lo habían criticado”.

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