Entre comillas: Mujeres, Mujeres, Mujeres
marzo 22, 2022
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22Mujeres, Mujeres, Mujeres. Ariel Homero López Rivera Cada 8 de marzo vemos manifestaciones en muchas ciudades. Nos dejan asombrados, reflexivos y con muchas interrogantes. Ríos de mujeres por las calles para mostrar su enojo, hartazgo, su inconformidad con un sistema social que a pesar de haber avanzado en muchos de los temas femeninos, aún quedan muchos pendientes, y nos lo recuerdan.
Vemos escenas en los noticieros y en redes en las que mujeres de todo tipo y condición social se enfrentan a enorme vallas de acero alrededor del Palacio de Gobierno en donde pintan consignas e intentan una y otra vez derribar. Las tamborilean hasta el cansancio sin importar ser rociadas con gases. En Cuernavaca también vimos escenas, mostrando el disgusto con la situación que obstinadamente se enterca en mantenerlas en la segunda división.
La imaginación que muestran para expresar su rabia y descontento, es digna de encomio y admiración. Sobre el cielo de la CDMX hicieron volar un Zépelin enorme con las leyendas “Ninguna en el olvido” y “10 feminicidios diarios”. O sea, la terrible cruenta realidad. Flores en una mano para darles a las mujeres policías y en la otra un martillo o una lata de pintura; cánticos, bailes, tambores, pancartas con leyendas creativas… invaluables escenas.
La historia del feminismo nos muestra que ha sido una larga, larga y compleja lucha a través de la historia de la humanidad. La literatura es amplia y recoge pedazos de la vida de mujeres que estuvieron dispuestas a enfrentar a un mundo de machos. Un mundo que les ha coartado la libertad por los siglos de los siglos.
La filósofa francesa Simón de Beauvoir en su obra “El segundo sexo” (1949), aportó su pensar para hacer patente la situación de mujer. Mostró su experiencia de ser mujer. No sólo mostró lo que habían sido en la historia, sino además lo que podían hacer las mujeres para conquistar su libertad. Se considera el ensayo fundacional del feminismo.
En el siglo XX se produjeron importantes avances, pero no se ha logrado la verdadera equidad entre la mujer y el hombre. Para ser dueñas de su propio cuerpo aun tienen que seguir dando batallas en muchos países y aún en el nuestro. La violencia de que son víctimas no cesa. La pandemia se convirtió para muchas en un verdadero infierno, pues el enemigo está adentro. Los feminicidios son una auténtica afrenta a la humanidad.
Patricia Galeana en un texto del Instituto de Investigaciones Jurídicas “La Historia del Feminismo en México”, nos dice lo que Herbert Marcuse sostenía: que la revolución de las mujeres es la revolución cultural mas trascendente de la historia, y que era irreversible. En México, el Nigromante Ignacio Ramirez en 1884 sostenía que las mujeres pasaban por tres etapas: la primera como esclavas, en la segunda son liberadas por los esposos, y la tercera y más importante, cuando se liberan a sí mismas. Pensamiento digno de reflexión.
Galeana, después es de hacer un interesante recorrido de la historia del feminismo, y de analizar la Encuesta Nacional que coordinó en 2015, asegura que “La única forma en la que la mujer y el hombre pueden ser seres humanos, en el más alto sentido filosófico del término, es asimilando la paideia, o sea la educación de normas y valores que le permiten realizar su humanidad, entendida como el respeto a su dignidad y a la de los demás, en el ejercicio pleno de su libertad. El humanismo es la realización de la dignidad de la persona humana.
” Cómo no estremecerse al escuchar la canción/himno de Vivir Quintana que cantaron incansablemente en las marchas y que es un enorme grito de reclamo y desesperación: “Que tiemble el Estado, los cielos, las calles/Que tiemblen los jueces y los judiciales/Hoy las mujeres nos quitan la calma/Nos sembraron miedo, nos crecieron alas” (Canción sin miedo. YouTube. 2020).