Violencia contra las mujeres
noviembre 25, 2017
Diario El Occidenta
Diario El Occidental • Editorial Sábado 25 de noviembre de 2017
“Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres” es el nombre de la campaña que la Organización de las Naciones Unidas ha lanzado para que en un lapso de 16 días-del 25 de noviembre al 10 de diciembre- se realicen acciones orientadas a “visibilizar la situación de las mujeres”, y difundir los compromisos que la sociedad en general realiza para erradicar la violencia contra las mujeres.
Me ocupo del tema porque hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, instituido como tal por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 7 de febrero del año 2000, en su resolución A/RES/54/134.
El establecimiento de esta celebración es resultado de la preocupación del organismo en cuestión, quien considera que la violencia contra las mujeres “constituye un obstáculo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz”.
Lo anterior se asienta en el documento en referencia, en el que la Asamblea General pide que los gobiernos, organismos y organizaciones internacionales y no gubernamentales organicen durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres “actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto del problema de la violencia contra la mujer”.
El 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General había aprobado la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, un documento que define dicha violencia como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada” (Artículo 1°).
Hablemos del caso concreto de México, y de lo que nuestras autoridades han hecho para que algunos grupos de mujeres, particularmente las más vulnerables a la violencia, dejen de ser discriminadas, amenazadas, violadas, golpeadas y perseguidas por su condición de mujeres, impidiendo su adelanto pleno.
Coincido con Patricia Galeana cuando señala que “la lucha de las mujeres en México por el reconocimiento de sus derechos ha sido larga y difícil, y aún así no concluye”. La realidad que describe la destacada historiadora obliga a plantearnos las siguientes preguntas: ¿Por qué no avanzamos lo suficiente en este tema tan importante? ¿Qué se necesita para estar a la par de Islandia, Suiza, Noruega, España y Eslovenia, países que llevan tiempo trabajando en la reducción de la brecha de género?
En México necesitamos, sin lugar a duda, más esfuerzos en la materia. Y no hablo sólo de las autoridades de gobierno, pues en la lucha contra la violencia de género todos podemos y debemos poner lo que esté de nuestra parte, sin consolarnos por no estar tan mal como Afganistán, Siria, Yemen, Pakistán y República Centroafricana, naciones con prejuicios y odio bien marcados contra las mujeres, y donde “ser mujer es realmente complicado debido a la supresión de derechos y a la discriminación que existe”.
Las mujeres de México y de todo el mundo merecen respeto y ser debidamente valoradas por nuestra sociedad. Sólo así podemos debilitar significativamente la violencia basada en el género, un mal que resulta del machismo y de la misoginia, así como de la lamentable ausencia de valores.
Es esto, no la “imprudencia” de la mujer la que produce violencia de género, más allá de que cierto líder de la Iglesia mayoritaria haya atribuido esta violencia a la imprudencia de las mujeres, justificando indirectamente el comportamiento delictivo de quienes amenazan, golpean, violan y asesinan mujeres.